Seguro que alguna vez habéis sentido el deseo insofocable ese de apagar vuestro linux para salir corriendo a “las faldas de Microsoft” y ejecutar vuestro FIFA del año la pera… Yo también sé lo que es eso; pero poco a poco tenemos que pensar que la boba excusa de “los juegos en Windows” es una mera vía de escape hacia el Win, la alternativa se hace inminente…
¿A qué juegan los pingüinos?
En realidad, ¿nunca os habéis parado a pensar por qué tenemos que ser nosotros los inútiles
testarudos de siempre, y no ellos? ¿Nunca habéis sentido ese asco indescriptible cuando todos babean por lo
último de Dinamic Multimedia o las últimas versiones de Codemaster?
Todos piensan igual. La filosofía del “tú lo tienes, yo lo quiero” está ya
muy pasada de moda. Está claro que el diseño y la elegancia están garantizados siempre que hablemos de un
producto fabricado por una empresa (que, evidentemente, se dedica a ello por entero); pero más allá de la ética
capitalista de nuevos juegos, nuevo hardware, está la diversión, el saber estar y la estabilidad.
En la práctica, y lejos de la teoría, los productos de pago (que suelen ofrecer un alto nivel de funcionalidad
y acercamiento a la realidad) no suelen darnos “el punto que todos buscamos”. Yo era “uno de esos” que decían que
Linux estaba muy bien, pero sin Windows no había juegos. Ahora me miro y condeno mil veces esa frase…
Leí hace tiempo, cuando aún no tenía ordenador y pensaba que una computadora era un trasto
que encendías para usar el programa “Windows”, en una revista, un artículo que hablaba sobre los juegos en Linux;
el artículo se llamaba “El ocio de los pingüinos”, y no me enteré de nada, pero vi mucho colorido y bastante
variedad de screenshots. Hoy creo que tengo claro lo que por entonces fue esa imagen; y pienso que es
triste que la gente ande con la excusa “Linux es la ley, Win es decepcionante, pero la sociedad está constituida
de una manera y hay que atenerse a ello…”, pero eso cambió, ahora es diferente.
Encauzando un poco mi primer artículo (no del todo gustoso para mí) venía a decir claramente que
no nos podemos quejar del OpenSource, y que tenemos a nuestra disposición más de 350 juegos donde elegir. Claro está,
que no podemos pedir peras al olmo, pero no me negaréis que juegos libres como el TuxRacer, el Csmash o incluso
el 0verkill son muy representativos y entretenidos. ¿Además, habéis probado a buscar en la Web? Existen juegos
“grandes” (por decirlo de algún modo), como el Racer o el tan
conocido ya entre nosotros Quake III, además, he de decir que el
Quake III Arena se desenvuelve muchísimo mejor en Linux (al menos en mi máquina) que en Windows (no es por
ofender a la “joya de Microsoft”, pero seguro que estáis de acuerdo conmigo). ¿Os imagináis el
FIFA 2001 corriendo en vuestro Linux? ¿y el Midtown Maddnes (éste si que lo veo chungo, es de Microsoft)?
Pues eso, a ver si os veo más viciaos cada vez al TuxRacer (os lo recomiendo de lleno), a
Konquest, o al mismo Quake… Aunque no podemos dejar en el olvido a los fantásticos juegos de marcianitos,
como el PowerManga; a los de tetris, como el Smiletris; al Abalone, al Mahjongg, a los
juegos de cartas, etc… Todos esos “pequeños monstruos” de la diversión nos dan la lección inconsciente que
nunca aprendimos, y es que las cosas sencillas valen más por ser sencillas y por enseñarnos a ser felices
con menos…
Ya termino, gracias por leer mis líneas. Y si eres de esos que están con su Linux en perfecto
estado (bien configurado y tal…) y sigues babeando con la “excusa lúdica”, que sepas que lo único que
consigues es “engordar al cerdo” (palabras tomadas de una presentación de Ampliación de Sistemas Operativos),
y que ya, al menos, sabes que Linux tiene juegos para dar y regalar; además, ¡¡¡ son gratis !!!
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