Hace poco para la asociación ARC-46 hicimos Lilu, José Maria y yo una install-party con Mandrakes para usuarios muy inexpertos.
En los 9 primeros minutos, a modo de introducción rápida, comenté tres puntos que pueden rondan la cabeza de muchos usuarios actuales del Windows: Seguridad->virus, Derechos->Privacidad y sobre todo, Libertad->Software Libre.
Al salir me comentaba uno de los asistente que podría escribir un documento sobre lo que hemos hablado en la Install-party y, al decirle yo que todo era de cabeza y que lo único que tenía escrito eran cuatro notas en forma de esquema, me dijo “pues esas notas”. Y como dije que sí, y pienso que es muy importante apoyar este tipo de actividades, me he decidido a dar un poco de cuerpo a esas notas y publicarlas.
Espero que sirva a los asistentes para recordar aquello de lo que hablamos y para los compañeros del mundo del software libre como un ejemplo más, sin excesivas pretensiones, de presentación de ideas para otras charlas que queramos dar y como fuente de debate. La verdad es que en esos 9 minutos dije demasiadas cosas y demasiado rápido, pero bueno, nota para la próxima: hablar más despacio. 🙂
Seguridad
Tengo la percepción, puedo estar equivocado, de que hay una enorme sensación de confusión entre los usuarios del software del monopolio. “Por qué #$%&! tantos problemas” Creo que son las palabras de más de uno. ¿Por qué tantos virus? ¿Por qué todo me va tan mal?
Yo comenté dos puntos, a los que ahora añado un tercero: Poder & política, recaudación del dinero e ineficiencia de los monopolios.
* Poder & política
Si hay un fondo político, entonces no querer verlo es un error. Y éste es el caso. ¿Cómo, si son tan escrupulosos con lo liberal, no han aplicado sus duras leyes contra los monopolios? Han perdido un juicio por monopolio y como si nada. ¿Por qué? ¿Dónde está el “fair play”*? (Se entiende por fair play a el juego limpio, en el comercio significa que todos tienen las mismas reglas, no hay jugador con un dado de más, como es el caso de un monopolio.)
La clave es la siguiente frase: “Un asunto de seguridad nacional”
Veamos si los datos que tengo pueden aclarar este asunto sobre la tan cacareada “seguridad nacional”. Hace media década añadí a mis apuntes una hoja de una revista de informática que denunciaba lo que una empresa de seguridad había encontrado. Parece ser que la NSA (agencia de seguirdad de los USA) había dejado un detallito dentro del software del windows 95 o 98, que dejaba ver las orejas al lobo. Aquello pasó bastante desapercibido y cuando yo lo pregunté en clase el profesor respondió algo así como “no sé” “puede…”.
Años más tarde, los que nos habíamos quedado con aquel mal gusto de boca entendimos el por qué. Apareció un documento en que se leía que un ex-programador del monopolio internacional decía que lo que ellos programaban no lo compilaban allí sino que se lo pasaban a la NSA y allí lo compilaban. (nota sobre compilar: la máquina trabaja con código máquina pero la gente programa en lenguajes mucho más inteligibles. El paso de uno a otro, que da como fruto el programa que todos usamos habitualmente, se podría llamar compilar.) En pocas palabras, el programa se lo pasan a la NSA y, tras no se sabe qué mágias, está les devuelve el programa “real” que venderán y usará todo el mundo. Más detalles en este artículo de derecho-internet.org. Aquí dejo otra referencia.
Todos podemos imaginarnos lo qué significa el acceso a toda la información de tantos ordenadores en la era de la información.
* Recaudación del dinero (La madre del cordero)
Alguien podría decir: “Vale, hay intereses detrás pero, ¿y a mí qué? A mí lo que me molesta es tanto virus.”
Claro, y más te molestarán. Las únicas compañías de software que realmente están vendiendo bien su software entre el gran público con poca copia ilegal son los antivirus. Y, a parte de porque hay mucho virus, hay una buena razón por la que es así: Porque no basta con comprarlos e instalarlos, hace falta actualizarlos, lo que les permite “chequearse” contra las copias ilegales continuamente. Por eso ahora el monopolio ha decidido:
Muchos creen que no hay mejor software del monopolio porque son malos trabajando o no se lo plantean. Creo que es ingenuo pensar así. Un programa bien hecho, sin problemas, no es tan ventajoso para sus bolsillos, la gente lo copiaría y se olvidaría de ellos. Y si no, planteese lo siguiente: ¿Cómo puede existir un sistema operativo como el OpenBSD (también software libre) que en 8 años tan sólo haya tenido un agujero de seguirdad en todas sus distribuciones de CD’s? ¡Pero si el monopolio maneja cantidades de dinero que podrían sostener guerras como la de Irak y en OpenBSD hay implicada mucha menos gente!
Por favor, ¡pero si hace 4 años que sólo uso linux y no he tenido ni un solo problema de virus a pesar de no tener antivirus!
Que no os engañen. Tienen todo el dinero que necesitan para hacerlo bien poniendo todos los protocolos y medidas de seguridad que quieran, ¡y muchísimo más! Y nada, no lo hacen.
* Ineficiencia de los monopolios
Éste no lo nombré a pesar de ser el ejemplo más nombrado por los que miran el lado económico o del enriquecimiento y progreso. Pero debería haberlo nombrado, así que ahí va:
Se sabe que donde hay un monopolio, el avance tecnológico se para. Y es natural, lo que le interesa al monopolio es mantenerse sin que nadie le pueda hacer sombra y punto. Si no tiene que innovar no lo hará. ¿Alguien sabe de alguna nueva tecnología suya? A mí lo que me chocó más en el congreso mundial de Software Libre que se hizo en Málaga fue el oir de un profesor de universidad, creo que de Valencia, decir en su charla que el monopolio había comprado un montón de nuevas ideas que había cerrado. Fui a preguntarle al acabar la charla y me hablaba de 10 tecnologías que quedamos en comentar por email.
Pero vamos, no es novedad este caso, se sabe que los monopolios cercenan la innovación y tiran los precios al suelo para comerse el mercado, y luego, cuando se hacen fuertes, los suben lo que les dé la gana. Veremos lo que pasa cuando acaben de controlar el software que hay instalado en los ordenadores.
Derechos
Y eso, el hecho de que controlen el software que tenemos en nuestros ordenadores, me da pie a hablar de uno de los derechos más fundamentales desde mi punto de vista: La privacidad.
Últimamente la privacidad parece el hermano menor de los derechos. La mayoría de los que leen estas líneas no saben que tienen su teléfono y dirección expuestos en internet y que sólo tienen que poner su nombre para comprobarlo. Por ejemplo se oye mucho la típica pregunta-respuesta: “y a mi que si me pueden espiar por donde navego, yo no tengo nada que ocultar” (las compañías que nos dan acceso a internet tienen por ley obligación de guardar nuestras actividades por si a un juez le parece que quieres saber que página web veíamos el año pasado.)
Volvemos a la cacareada “seguridad nacional”, y al miedo de que mi vecino de enfrente sea un terrorista, que “legitima” todo lo que interese legitimar. Es un viejo miedo del que ya nos prevenían los padres de la democracia moderna y que se ha visto que la historia les ha dado la razón. No se debe ceder en libertades a cambio de seguridad porque es precisamente las libertades lo que nos ha dado la seguridad, la justicia, la igualdad y finalmente la paz.
Llegado a este punto comenté que la constitución europea según lo que tengo entendido, apoya ese poner la seguridad por encima de las libertades como la privacidad. Ojo, señores políticos; si los poderosos de tiempos de Galileo hubiesen tenido a su alcance los medios técnicos para violar la privacidad de la gente impunemente que ustedes están exigiendo a las empresas de telecomunicaciones, quizás el mundo aún estaría pensando que tierra es el centro del sistema solar y hasta plana. Sí, estamos en otros tiempos pero, hablamos de algo importante que la técnica no deberia violar.
Y ya que he nombrado el tratado de la “constitución”, supongo que hablando del Software Libre es necesario nombrar dos puntos:
Volviendo a la privacidad, los usuarios desconocen que si un día ven un título pornográfico gay con zoofilia, manifestaciones antireligiosas y pedofila, por poner un ejemplo lo más grotesco posible (porque eso pasa con cualquier vídeo o pieza musical), el programa que lo reproduce envía por internet a una máquina al otro lado del mundo un mensaje cotorra qué indica el título. Otro ejemplo de ataque a la privacidad: Si borra algo con su procesador de texto del monopolio en realidad no está siendo borrado y un informático podría extraerlo y usarlo contra él. Otro más: Aunque el nombre del autor no aparezca en el documento, si aparecen datos técnicos de su ordenador que pueden acabar identificándole.
Mucho cuidado, porque no podemos tener conciencia de todo lo que pasa, y podría ser que no nos demos cuenta de que nos estén quitando silenciosamente la moqueta debajo de los pies.
Libertad
Para acabar tenía que hacer referencia a el por qué la mayoría de la gente usa el Software Libre. La gente que contribuye al Software Libre creo que la agrupación de gente más grande y productiva que hay con miembros en todo el mundo. Baste decir que el monopolio internacional más grande y poderoso con, por ejemplo, más dinero en caché que cualquier otra corporación del mundo, nos teme y ataca. Y baste también que nosotros hemos desarrollado sistemas operativos y multitud de aplicaciones que permiten a muchísima gente no tener que usar ni Windows ni tener spyware ni mandangas diversas. Nota: El Spiware son los programas espía que originalmente aparecieron incluidos dentro de otros programas gratis para conocer los gustos en páginas web y programas que instalaba el dueño, y que atacan su privacidad sin su conocimiento.
Pero, ¿por qué todo esto? Es una cuestión de libertad.
La libertad de intercambiar programas como recetas de cocina para que nuestro vecino pueda aprovecharse de lo que nosotros hemos descubierto o de ayudarnos los unos a los otros colaborando para tener programas más adaptados a nuestras necesidades, o del viejo espíritu científico y humanista de poder contribuir al bien común de toda la humanidad. Sin excluir las naciones menos favorecidas, ni razas, ni nada de nada. Eso es el software libre.
Eso es precisamente lo que no se ve cuando se entra en la especialmente preparada nube del lenguaje legal de los monopolios del software. Ellos hablan de derechos de autor o de que el avance necesita apoyo económico que lo sustente. Pero los que estamos produciendo software libre sabemos que detrás de esas palabras lo que se esconde son muchas presiones para no dejarnos nuestras libertades.
¿Qué libertades?
Hay muchas, por ejemplo la de saber. Saber qué hace un programa para aprender (el sagrado derecho de aprender) o para controlar que simplemente los programas que compramos hagan lo que nosotros queremos que hagan y nada más (el sagrado derecho del comercio de saber qué nos ofrecen).
La libertad de estar tranquilos porque no será violado el sagrado derecho a nuestra privacidad. Si el software es libre, el programa puede ser revisado por cualquiera lo que significa que no van a ocultar nada porque podrían ser fácilmente descubiertos.
Libertad de contribuir y no quedarse marginado por no ser de una nación determinada o religión, o ideología (el poder participar, libertad de expresión en el más alto grado). Todo el mundo puede contribuir, según lo útil que sea para los demás se usará más o menos, pero a nadie le discriminan. Muy al contrario, reina una máxima: quien contribuye con más trabajo más es reconocido por la comunidad. Es una auténtica meritocracia que suele huir del juego sucio que pueda relacionarse con la política. Y otras. Tantas como sensibilidades, estamos hablando de información y de como manejamos la información y eso afecta a muchísimos aspectos de nuestra vida.
Pero no todos entraron por las libertades, algunos por gusto, otros por motivos económicos (no olvidar que es una forma más eficiente de producir software) y en fin, en nuestras organizaciones confluyen muchas sensibilidades y muy variados intereses.
Y si no va a molestar que comente algo un poco personal, diré que en mi caso, me apunté al software libre (y sigue siendo mi razón de pertenencia) por que estimulaba mi sensación de poder contribuir, de poder realmente estar en el rompiente de la ola de la innovación, de estar produciendo un bien público para toda la humanidad; de tener absoluta independencia y de estar fuera de todo posible prejuicio, donde lo que vale son los resultados técnicos. Todo eso resuena en lo que yo lo llamo mi “espíritu científico”.
Otras referencias
En un tono muy parecido a este artículo me publicaron hace tiempo en varias revistas un artículo sobre Argumentos en favor del Software Libre en las aulas pero, para los que sean muy novatos y quieran aprender les aconsejo mejor la recopilación de ayudas para novatos, y en especial lo que dice de apuntarse a la lista de correo de Bulma.
Finalmente decir que de todas formas, todo lo dicho lo pongo en duda, lo planteo como incitación a la reflexión y al debate en comentarios aquí abajo.
En la era digital todos podemos contribuir y enriquecemos mutuamente, nadie está excluido.
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