“Open Source, Open Mind” por Pekka Himanen


A nadie se le escapa que “lo abierto” va ganando fuerza frente a “lo cerrado”, y no sólo en el mundo del software,
sino también en otras áreas de la ciencia y las humanidades.
Cada vez oímos hablar más de ello en radio, televisión, y no digamos en la prensa, sobre todo informática.

Esta es la traducción de un artículo de Pekka Himanen que apareció en la revista “TIME” el 18 de marzo de 2002, en el que expone lo que él llama la “ética hacker” frente a otras formas de hacer las cosas. En definitiva, una forma de ser y hacer… una filosofía de vida y trabajo.

Me ha parecido interesante incluírla en Bulma tanto por el contenido como por el detalle de ser un artículo publicado en
una de las más leídas revistas de información general en el mundo, lo cual da qué pensar sobre la expansión
e importancia de estas ideas.

Open Source, Open Mind
Pekka Himanen
TIME Magazine(1) – 18 de marzo de 2002
Traducido por Juan Fco. Lladó Sabater(2)
Europa creó la Web y Linux. Tim Berners-Lee, un graduado en Oxford
que trabaja en el CERN, el Laboratorio Europeo de Física de Partículas, cerca de Ginebra, inventó el sistema
hipermedia de Internet llamado World Wide Web. Linus Torvalds era estudiante en la Universidad de Helsinki cuando
escribió el sistema operativo Linux. Así que ¿cuáles son las lecciones de todo esto?

El comercio no es el único
impulsor de la revolución tecnológica.

Como argumento, los desarrollos tecnológicos más
radicales hoy en día, la Web y el sistema operativo Linux, fueron desarrollados bajo el modelo open-source, en el
que la gente regala sus creaciones a los demás para que las usen, prueben y desarrollen. Pero, aunque el movimiento

open-source surgió originariamente como colaboración entre particulares, el comercio y la sociedad en general
todavía pueden aprender de él. En realidad, hay dos grandes lecciones que deberíamos aprender de lo que la gente
open-source llama la “ética hacker”. (Por supuesto, no se refieren a “hacker” como criminal
informático, sino en el sentido originario de la palabra: una persona que se apasiona con su trabajo y quiere compartir
sus resultados con los demás).

La primera lección es, naturalmente, el concepto de “abierto”.

He actuado como asesor en temas sobre la sociedad de la información para compañías como Nokia y los diferentes gobiernos
en Finlandia, y una cosa en la que he hecho incapié es en que el modelo “cerrado” no ha sido el que ha generado las
innovaciones más importantes en la “economía de la información”. En la competencia global, una revolución no está hecha
por una sola persona, sino por una red de rebeldes, y eso necesita del modelo “abierto”.

Sólo considere el
inconveniente de la arquitectura cerrada de Apple frente al modelo abierto de los PC de IBM. Considere las
telecomunicaciones europeas, que consiguieron ventaja gracias a los estándares abiertos NMT/GSM. Hoy, sin embargo, las
absurdas tasas por licencias en las redes de tercera generación europeas están acabando con el poder del modelo abierto,
que nos estaba conduciendo hacia el mayor éxito tecnológico europeo. Los distintos gobiernos europeos deberían ponerse
deacuerdo para eliminar estas tasas.

El modelo abierto también posee una dimensión ética. Tuve la oportunidad de encontrarme con representantes de gobiernos
y empresas de países en vías de desarrollo en el Foro Económico Mundial anual del mes pasado. Sólo en Africa, hay 25
millones de personas infectadas por el SIDA que no tienen acceso a medicinas debido a que las especialidades patentadas
son demasiado caras. Esto es inaceptable.

Para un cambio a largo plazo se necesitaría un “salto japonés”. Valga
recordar que la transformación japonesa de la posguerra hacia una economía fuerte se basó inicialmente en copiar
información de occidente, y eso demostró ser muy beneficioso para ambos, para ellos y para nosotros.
Este tipo de
avance no debería ser frustado por un empuje injusto hacia el derecho de propiedad intelectual en la organización del
comercio mundial.

Una segunda lección es la relación de los hackers con el trabajo.

Los hackers como Berners-Lee y Torvalds explican
que los de su clase logran grandes cosas porque se apasionan por lo que hacen. Tener un interés genuíno en tu trabajo
puede liberar tu creatividad y energía, infundir alegría y sentido a la vida, y permitir que desarrolles tu potencial
como ser humano. Esto difiere de la vieja ética protestante, que enseñó que el trabajo se debía mirar como
el deber más importante.
Las compañías com más éxito empiezan a entender que en la “economía de la información” la
ética protestante debe ser sustituída por la ética hacker, debido a que el mayor desafío actual es el de realzar la
creatividad.
En los años noventa Nokia, por ejemplo, transformó su cultura del trabajo en este sentido, cambiando su
forma de hacer las cosas reclutando gente creativa y creando un ambiente de confianza que les proporcionó un entorno
para realizar sus ideas.

Además de descartar la idea de que el trabajo es el mayor deber en la vida, los hackers
pretenden desarrollar la tecnología que les permita un mejor equilibrio entre el trabajo y el ocio. Una de las
cuestiones más extrañas del “progreso” tecnológico es el cómo ha hecho que nuestras vidas sean más estresantes.

Para muchos de nosotros, no sólo se trata de que nuestra jornada laboral esté llena de tareas cotidianas, sino que nuestra
vida privada ha adoptado también este modelo:
17:30-17:45 llevar a los niños a entrenar
17:45-18:30 gimnasio
18:30-19:20 sesión de terapia
19:20-20:00 recoger a los niños del entreno, preparar la cena y cenar
20:00-23:00 mirar la televisión con la familia
23:00-23:30 conversación con la esposa
23:30-23:45 otras atenciones a la esposa (ocasionalmente)…

¿Dónde están los sindicatos para exigir un equilibrio entre el trabajo y el ocio?

Ultimamente, la principal pregunta acerca de la revolución tecnológica es qué valores queremos que la rija. La ética
hacker propone una vía para que las compañías y sociedades europeas puedan convertirse en un ejemplo global de una más
abierta y humana era de la información.

Copyright (C) 2002 de TIME Inc(1). Reproducido con Consentimiento / Copyright (C) 2002 by TIME Inc(1).
Reprinted by Permission
La reproducción de múltiples copias de este artículo está prohibida, debiendo solicitar permiso(3)
directamente a TIME

N. del T:
Antes de nada, decir que mi conocimiento de la lengua inglesa (idioma original del artículo) es
limitado, así que pido disculpas por las incorrecciones que pueda haber cometido.
He decidido no traducir el título del artículo “Open Source, Open Mind” porque usa nomenclatura suficientemente conocida
por todos nosotros y no tiene una traducción fácil i directa.

Enlaces:
Artículo original en inglés(4) (inicialmente salió publicado en la versión impresa de la revista)
TIME Magazine(1)
TIME Europe(5)
TIME Digital(6)
The Hacker Ethic and the Spirit of the Information Age(7) (Libro escrito por Pekka
Himanen, Linus Torvalds y Manuel Castells)

Agradecimientos:
A Pekka Himanen por haber escrito el artículo y trabajar diarimente en la difusión de sus ideas.
A TIME Magazine por haberlo publicado y haberme dado permiso para incluirlo en la web de Bulma.

A Bulma y los Bulmeros por “todo” lo que hacen
y finalmente a D. Andreu Sánchez Delamoga porque gracias a él este artículo cayó en mis manos.
Lista de enlaces de este artículo:

  • http://www.time.com/
  • mailto:[email protected]
  • https://secure.customersvc.com/servlet/Show?WESPAGE=td/Services/Permissions/perm
  • http://www.time.com/time/europe/digital/2002/03/stories/viewpoint.html
  • http://www.timeeurope.com
  • http://www.timeeurope.com/digital
  • http://www.hackerethic.org
  • Este post ha sido traido de forma automatica desde https://web.archive.org/web/20140625063149/http:/bulma.net/body.phtml?nIdNoticia=1293 por un robot nigromante, si crees que puede mejorarse, por favor, contactanos.


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