Nadie niega que estamos viviendo una revolución. Ni los más necios niegan
que esa revolución es la sociedad de la información. Internet es la
infraestructura básica que lo permite. Las máquinas de vapor del siglo 19 son
las líneas, routers, protocolos y programas básicos que permiten que lo
que fue el intercambio físico de mercancías y personas de hace dos siglos sea
hoy el intercambio de información. Ambas con objetivos comunes: la
comunicación, conocer gentes y lugares, compartir conocimiento, mezclar razas y
culturas. También colaboró para el fin del viejo colonialismo. ¿Quién no
relaciona a Ghandi con sus viajes en tren por las coloniales vías ferroviales
de la India? El tren colonial, aunque con tecnología del imperio, jugó un papel
importante en la independencia India. Internet es la locomotora de vapor por excelencia de este siglo.
La
infraestructura básica de Internet nació del código abierto. ¿Se subirán
algún día nuestros políticos a este tren?. 

Las tecnologías de las comunicaciones han jugado un
papel importantísimo en la historia. El teléfono, la radio, la televisión y ahora Internet fueron
tecnologías que han llegado adonde nunca habían imaginado sus creadores o
primeros usuarios. De la televisión decían que no tenía usos comerciales, el
primer “business plan” para el teléfono fue usarlo para transmitir
música. Microsoft decía de  Linux, hasta hace muy poco que no tenía
futuro, que era
un juguete, hoy hace campaña contra
Linux. 
Hay países donde
está prohibido tener antenas parabólicas, hay países en donde Internet está
controlado, y lo peor de todo, hay países donde Internet no existe. Todos nos
imaginamos esos países, hambre, la gente huye de ellos, aunque corran el riesgo de
ahogarse en una patera. Entre el grupo que huye hay muchas mujeres…
embarazadas. Huyen espantadas de la desesperanza y la inmoralidad que han vivido
ellas y lo que es peor, les tocará repetir a sus hijos. Por eso huyen. Son muy
sabias las mujeres embarazadas.
Vivimos en unas islas que quizás sean las más ricas
de Europa… o del mundo. Pero carecemos de muchas cosas, y una de ellas, muy
importante, es la de una pobreza tecnológica cercana a la  de aquellos países que prohíben
las antenas parabólicas. 
No es suficiente que cada una de las instituciones tenga su página web
y su dirección de correo electrónico, que nunca contestarán. Tampoco vale
dejar que vengan una o dos empresas y metan su tecnología en una caja cerrada
para que “disfrutemos” de bellas fotos de Baleares en las páginas web
institucionales. 
¿Quién ha creado la infraestructura básica de Internet?
¿Microsoft? ¿Oracle? ¿IBM?. No. 
Fueron voluntarios, trabajando para las universidades o en centros de
investigación, otros fueron simples hackers que en sus tiempos
libres se dedicaron a crear esas herramientas que permiten poner páginas web
con fotos muy guapas. ¿Que tienen en común esas herramientas? Son todas
Código Abierto u Open Source. Y no sólo incluyen los programas,
sino también a toda la serie de leyes o protocolos que gobiernan
Internet. 
La lista es larga: TCP/IP, Bind, Sendmail, Ftp, Telnet, HTTP, HTML, Perl, PHP,
Unix, GCC, Linux, BSD, POP… 
Curiosamente, las grandes empresas que monopolizan los servidores
informáticos de nuestras administraciones han tenido poco que ver con esa larga
lista. Inclusive se han opuesto. ¿No decía Bill Gates que Internet no
serviría para nada? Por eso empezó a montar sus redes de satélites. No fue
hasta después de Windows 95 que cambió de opinión. Lástima que ese cambio de
opinión sólo le ha enriquecido a él y sus socios, inclusive algunos socios
incómodos. Pero a nosotros no hizo más dependientes de esas mismas empresas.  
Sería impensable Internet, o inclusive la informática actual, sin esas
herramientas desarrolladas por una sociedad abierta, crítica con ella misma,
con esperanza, ganas de construir los trenes del siglo 21. 
A lo que iba…
Está muy bien eso de tener páginas sin tener muy claro que hacer con
ellas. Es normal. Quizás ni Lincoln sabía el papel que jugaría el ferrocarril
o el telégrafo en el crecimiento de su país.  Pero,  ¿ya no se ha
repetido la historia varias veces entre Lincoln y nosotros?. El ferrocarril, el
telégrafo, el teléfono, la radio, la TV… ninguno de las grandes potencias
dejó que esas tecnologías estuviesen controladas por pocas empresas. Y cuando
eso fallaba, el estado intervenía para corregirlo. El gigante Amtrak, en el
país meca del capitalismo y la libre empresa, es estatal. Y no da servicios a
unos cuantos privilegiados, está pensado para los que no se puedan pagar los
billetes de avión de una costa a otra porque las empresas privadas dejaron de
transportar pasajeros. No era rentables argumentaron.  Es el mismo
argumento que escuchamos frecuentemente en estas islas, especialmente si se
trata de telecomunicaciones.  
En Baleares tenemos casi todo los servicios de Internet desarrollados
sobre la infraestructura cerrada de algunas empresas que ya han sido acusadas de
prácticas monopólicos. Inclusive en Europa. ¿Porque seguimos transfiriendo
dinero de nuestros bolsillos a esa misma empresa? ¿Porque no intentar cambiar
el rumbo?, como ya lo están haciendo otros gobiernos como Argentina,
Alemania, México,
administraciones de Estados Unidos o empresas como la
mismisima Ford e IBM.
Nuestra administración está sometida a unas pocas tecnologías propietarias
y caras. Hay que emigrar tecnológicamente, suerte que no hace falta salir de
las islas,
sólo hay que crear unas pocas leyes y ser posibilistas, no basta con
prohibir la construcción de nuevos pisos. 
Si el dinero que se gasta en las tecnologías es público, queremos que la
tecnología también lo sea. ¿Que pasa si Microsoft sube el precio de nuestros servidores que ejecutan Windows, ASP o SQL Server? ¿Pagaremos
nuevamente? Y no sólo pasa con Microsoft… 
¿Cuantos cientos de millones de pesetas hemos gastado en software
propietario sólo en Baleares en los últimos años?. ¿Han solucionado
definitivamente el problema o hemos tenido que pagar religiosamente cada año
por nuevas versiones o mantenimiento?. Si hacemos las cuentas del dinero, quizás
se podría haber arreglado las ventanas de Son Dureta con ese dinero. O mantener
en su puesto a algunos médicos que se están yendo de los ambulatorios. 
Bill Gates y Larry Ellison son cada vez más ricos, nosotros nos estamos
quedando sin médicos ni hospitales. Eso sí, felices y autocomplacientes
con nuestras tecnologías, aunque sea mentira. Vistosas y suenan
bien. Pero caras. Pagamos periódicamente como si fuese una hipoteca. Al menos
las hipotecas resuelven el problema de vivienda por muchos años, más de
50. Nuestro hijos podrán heredar un apartamento, pero nunca querrán que les dejemos
un Windows95. No les servirá absolutamente para nada.
Si no cambiamos seguiremos gastando cada año el mismo dinero. Cada institución y nuevo
gobierno quiere tener sus propios servidores, sus propias páginas web, sus
propios ordenadores personales con el último Windows. Si no se compra
directamente, se contrata a una empresa, que gastará lo mismo por usar las mismas tecnologías.
¿Hemos ganado algo con ello? ¿Hay mas visitantes en los sitios web de la
administración que en este sitio, que no usa tecnología propietaria?
¿Funcionan mejores vuestros servidores?. ¿Se lee más el Butlletí
Oficial que Bulma?. No, no, no y no respectivamente.

Ya que menciono un par de veces al Butlletí
Oficial, mi pregunta es: si ya estamos pagando a los legisladores para que
piensen, discutan y redacten leyes, a los funcionarios para que la
transcriban, a los asesores jurídicos… 

¿Como es que tenemos que pagar para poder leer esas leyes? ¿Acaso ya
no la hemos pagado a precio de oro? ¿Acaso no tenemos la obligación
de conocerlas?
Quizá sea sólo un ejemplo de la ideología imperante,
o la falta de ella. La administración paga a Microsoft y cobra a los
ciudadanos, hasta en lo esencial para el funcionamiento democrático.

La solución es fácil, tomar la iniciativa y exigir que todo desarrollo
de software, sobre todo aquellos relacionados con Internet, para las
administraciones públicas de Baleares sean desarrolladas con tecnologías Open
Source. Están demostradas que funcionan. Están demostradas que son
infinitamente más baratas. Y pertenecen a la comunidad.
Anímense. Quizás no logremos grandes cosas, pero con poder arreglar las
ventanas de Son Dureta o que permitáis acceder a todo el Butlletí
Oficial de forma gratuita ya nos conformamos por el momento.
Ah.. si nuestros políticos estuviesen embarazados.
 
Ricardo Galli

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